¿Qué es el cloud computing? Características y para qué sirve.
Seguramente ya hayas oído alguna vez la expresión cloud computing. Es más, hay muchas posibilidades de que estés usando esa tecnología en tu día a día, tanto en el plano laboral como en tu vida personal. Hace ya tiempo que la computación en la nube se ha colado en todas partes.
Básicamente, el cloud computing se define por aquellos servicios que se ofrecen a gran escala a través de la conexión a internet, poder disponer de un software o de espacio de almacenamiento sin tenerlo instalado en el ordenador. Es decir, ese software no es exclusivamente propio del usuario, sino que la misma app da servicio a varios clientes. De esta manera, se democratiza el uso de la tecnología y se permite a las pequeñas empresas poder acceder a los mismos servicios y las mismas herramientas que utilizan las grandes compañías de una manera escalada.
Precisamente, el cloud computing es uno de los responsables de la continuidad de muchas empresas durante la crisis del COVID-19. En los meses del confinamiento más duro, muchos profesionales pudieron seguir trabajando desde casa o desde donde se encontrasen gracias al acceso en remoto a los programas y archivos de las empresas.
¿Cómo funciona el cloud computing?
Los sistemas en la nube se basan en una capa de red que permite conectar los dispositivos de los usuarios (ordenadores, tablets o smartphones) con los recursos centralizados en el data center. Esto significa que, con una simple conexión a Internet, cualquier usuario puede acceder a software, tecnologías o archivos de manera remota y puede realizar su trabajo fuera del centro, ya sea en su casa, en el lugar de vacaciones o donde se encuentre.
Antes de la aparición del cloud computing era preciso contar con una infraestructura propia de red a la que solo tenían acceso las grandes corporaciones para disfrutar de estas ventajas. Los costes asociados a ello eran muy elevados: la creación de la propia red y el mantenimiento de la misma, las licencias de los software para varios usuarios y la contratación de personal experto en la materia para su puesta a punto. Ahora, todo eso lo dan las empresas especializadas en cloud computing como Axentio.
Para que cada empresa pueda adaptarse a sus necesidades y presupuestos, existen cuatro tipos de nubes en la actualidad:
- La nube pública es aquella que ofrece servicios a varias empresas de manera simultánea (aunque cada una tiene su espacio privado). El proveedor de servicios es quien tiene que ocuparse de la seguridad y el mantenimiento.
- La nube híbrida es la que incluye dos o más infraestructuras distintas que permanecen como entidades únicas. La tecnología que utilizan es estandarizada.
- Cuando varias empresas reúnen en pool los recursos se conoce como nube comunitaria.
- Por último encontramos la nube privada, que se da cuando una organización tiene su propia red de servidores y software sin punto de acceso público.
Principales características de la computación en la nube
Aunque existan estas cuatro tipologías de “nubes” sí que hay unas características comunes a todas ellas:
- No es necesario contar con un profesional TI en el equipo, puesto que el mantenimiento y la puesta en marcha de la red es realizado por empresas externas. Se trata de un servicio bajo demanda, ya que solo contratas aquello que necesitas.
- Es un servicio multiplataforma ya que puedes conectarte desde un portátil o el ordenador de tu casa, así como desde el smartphone o la tablet.
- También es un modelo multiusuario. Como los recursos están en pool puede haber varios usuarios del software.
- La flexibilidad es rápida, ya que cada usuario puede utilizar solo aquellos recursos que utiliza. Para que lo entiendas, imagínate un hotel que pueda cambiar el tamaño de la cama según las preferencias de aquel que va a dormir en ella.
- Cada vez que alguien accede al servicio, se conocen los recursos que utiliza de manera monitoreada, controlada y relatada.
Precisamente por estas características el uso del cloud computing ofrece numerosas ventajas a las empresas que disponen de ello:
- Los servicios que se basan en cloud ofrecen una gran flexibilidad, atendiendo a una demanda superior de manera inmediata.
- Se facilita la recuperación de desastres. La información se recupera de manera instantánea ante un problema en la empresa.
- El software se actualiza de manera automática sin tener que estar pendiente de cambios.
- Permite trabajar en cualquier lugar, lo que aumenta la eficiencia y la colaboración entre empleados.
- Mayor seguridad de los datos tanto a la hora de evitar pérdidas de información como a la hora de protegerlos de miradas de terceros.
- Se reduce la huella de carbono de las empresas puesto que solo se utiliza espacio en el servidor.
En Axentio te ofrecemos las soluciones más adecuadas para que tu empresa se sume al cloud computing. Desde el almacenamiento puro y duro a la creación de una infraestructura de red de comunicaciones propia. Contacta con nosotros y te ofreceremos un plan adecuado a tus necesidades.